Erase una vez...

sábado, 22 de noviembre de 2008




...Cuando Ricardo tenia 17 años y ya el primer semestre de su carrera Universitaria había sido aprobado, los cuadernos habían llegado al final de sus páginas y los planes de evaluación habían sido cumplidos, pleno verano Venezolano, temperaturas a 38ºc, vacaciones y la necesidad de volver a casa y compartir con los suyos, ya tenia un poco mas de seis meses lejos, era necesario regresar. Llego aproximadamente a las 4.15pm, cambiado totalmente independiente, atractivo, con aire de ciudad, mas fornido y apetecible, atrás quedaba una relación hermosa y en el futuro la responsabilidad de ser “fiel” a pesar de la distancia, que compromiso tan complicado, al llegar a casa encontró una fiesta de bienvenida, sus familiares y algún que otro viejo amigo, ademas de desconocidos, entre ellos Andrés, alto, blanco, con la sonrisa perfecta, una barba al descuido, fornido, estupendos brazos, su pecho afeitado, voz ronca, atractivo para el sexo y un olor a hombre que era imposible borrar del pensamiento, se miraron, se saludaron y siguieron adelante.


Andrés no era mas que un constructor cualquiera, trabajaba en una Obra que se desarrollaba en la esquina de la casa de Ricardo, una Escuela exactamente y por cuestiones de la vida se hizo muy buen amigo de el menor de los tíos de Ricardo, no era gay pero si muy flexible, la noche transcurrió y la fiesta continuo, se siguieron regalando miradas y poco a poco acercándose, de repente se acabo el licor y los invitados aun querían beber, Andrés con su voz ronca se ofrece a ir en su moto por mas bebidas y su ofrecimiento fue aceptado por la madre de Ricardo anfitriona del festejo, siguiendo a eso la misma voz dijo, -voy a ir en mi moto, que me acompañe el agasajado- Ricardo sintió que era el mejor día de su vida, por cuestiones de segundos se imagino cogiendo en su moto y que no había oportunidad mas perfecta que esa, sin pensarlo dos veces dijo -si- y subió, se abrazo a su torso sintió el abdomen de Andrés y aspiro el aroma de su cuello instantáneamente se excito, mientras tanto la brisa recorría su rostro y no tenia la menor idea de por donde andaban, ni se percataba si alguien los alcanzaba a ver, aunque era casi imposible, ya pasaba de la 1.00am, de repente la misma voz le dice a Ricardo, -vamos a la licorería o nos desviamos 15 mins.- el tenia la opción de responder además otro hombre como ese en su vida aparecería la garganta casi se le cierra y no podía creer lo perfecta que era la noche, no le importaba romanticismo, volverlo a ver, solo quería coger, obvio rogó por el desvío, se fueron a una calle oscura, Andrés estaciono su moto se besaron como con ganas de comerse, Ricardo tenia el pene de Andrés entre sus manos y su labio inferior temblaba, su verga estaba erecta tan dura como puedas imaginar, besaba su cuello y Andrés se erizaba, con su brazo levanto la pierna de Ricardo después de haber bajado sus pantalones, mientras Andrés lo colocaba contra un muro lo penetro repetidamente en contra del frío de la noche y el calor de sus cuerpos, Ricardo quería arrancar las piedras que sostenían aquél muro de la satisfacción, luego lo volteo y quedaron frente a frente, Ricardo mordía el lóbulo de su oreja y se colgaba a su cuello, trataba de ahogar sus gemidos no quería que nadie alcanzara a oír el susurro de aquel placer, Andrés sudaba mientras cerraba sus ojos y se sentía caliente, de repente sonreía y apretaba sus dientes, le decía que si no cogian no dormiría tranquilo aquella noche y Ricardo respondía que no era nadie para quitarle el sueño, se sentía el temblor en las piernas de Andrés y se estremecía con cada movimiento hasta que juntos se corrieron sin pudor y sonriendo, Andrés tenia una sonrisa tan picara que Ricardo pensaba -debo cuidarme de el-, al final, Andrés le dijo que cuidara su trasero de ensueño y que no se lo diera a cualquiera y Ricardo respondió que no se encaprichara, que solo fue cortesía y que no se lo daba a cualquiera, solo a quien valía la pena regresaron por las bebidas, siguieron a casa, los invitados bailaban y ya las miradas entre Andrés y el no eran persistentes, amaneció, algunos dormían, otros se fueron, llego el lunes Andrés estaba en su construcción, y Ricardo en su casa escribiéndole mensajes de texto a su novio cada uno siguió su camino como debió ser, fue solo una noche, un espacio en el que el tiempo y la decencia se rompieron. Hoy Ricardo no sabe nada de Andrés, pero cada vez que pasa por aquella calle recuerda esa noche y su piel se vuelve a erizar.

9 comentarios:

ge zeta dijo...

Órale, esto si que esta erótico erótico. Me gustó mucho

saludos luichito



PoYo ت dijo...

me encanta la palabra ENCAPRICHAR jojo

buen relato

saludos



Noemí dijo...

Me encantó! Así debería ser el sexo, sin encapricharse, sin condiciones, sólo una noche y que cada quien siga con su vida. Bueno, el sexo con amor es lindo, pero si estas caliente, quieres coger y quieres adrenalina, entonces go for it!

Por cierto jaja, en tu relato Andrés ni Ricardo usaron condón jajaj alguno termino con vih? Jajaj ok no.


Esos detalles no se olvidan luicho! Ni en los relatos eh!


Saludos



Anónimo dijo...

Gz - gracias!!

Poyo - si es una palabra muy cool jajajajaja

Nerdest - pess es que la palabra condon o preservativo, matan el erotismo, tu solo imagina que si lo usaron, es mas te doy permiso de decidir si fue de sabores, sensitivo, o como tu lo prefieras, va?



X X X dijo...

JAJAJAJJA.... MUY BUENA BROMA, AHORA SI SE LA VOLARON



Xavysaurio dijo...

Iren a XXX le encantó.



Luthien dijo...

Óraleee, ya leí, qué tal? eh eh

Que puercos ese Andrés y Ricardo no maaaa, pero eso está chido, ya sabes que no espere llamada o mensaje el dia siguiente (jajajaja chiste local)



Anónimo dijo...

jajajaja seee porque asi son (chiste local)



Noemí dijo...

a giezi le gusta la verga jajaja (chiste local.. ah no, publico)