Barbies, por favor.

viernes, 16 de octubre de 2009

Confiando en mis vastísimos conocimientos y amplísima experiencia como psicóloga, ayer me preguntó mi prima durante la sobremesa, si era normal que su hijo de cuatro años jugara con muñecas.

Antes de que yo pudiera dar una opinión con tinte de diagnóstico clínico arbitrario y clandestino, su esposo y padre del niño argumentó que si el pequeño juega con muñecas se debe a que no tiene soldaditos ni juguetes con formas masculinas. Por ende, sugirió, que a falta de muñecos GI Joe, Ken Karateka, Ken Violento y Max Steel, el niño juega con muñecas para representar al Hombre Araña y a otros varoniles personajes de televisión con los que todo niño igualmente varonil debe fantasear. Agregó que no se trata de que el niño sea maricón mientras lanzaba una mirada de profundo reproche a su esposa, por violar la intimidad familiar.
Todos en la mesa supimos que no es cierto. Que ningún niño juega con una muñeca con tetas y dice: "Imaginemos que es Spider Man" así como también sabemos que muchísimas niñas son excelentes jugando futbol y más buenas aún torturando muñecas Barbie en lugar de vestirlas y simular una vida de princesas con ellas en las manos; sin que esto represente un 'agravio' a su identidad e inclinación sexual.
El problema es, pues, que en la mayoría de las familias cuando un niño juega con Barbies la atención se vuelca completamente en él como si estuviese declarando abiertamente su homosexualidad ante la familia.
Podemos permitir que nuestra hija juegue futbol y se enlode de pies a cabeza, argumentando que simplemente 'no es muy femenina'. Pero cuando se trata de un niño que siente atracción por los bonitos diseños de una muñeca, nos inquietamos, preocupamos o nos sentimos culpables por no haber provisto a nuestro pequeño varón de muñecos masculinos.
Y al final, no es nada más que el mismo proceso de aprendizaje por el cual en los cuneros los varones recién nacidos se distinguen de las niñas recién nacidas por el color azul de su cobija.
Si no estuviéramos obsesionados con distinguir a los niños de las niñas desde sus primeros comportamientos, elecciones e inclinaciones, quizá en las listas a Santa Claus escritas por los niños también figurarían algunas cuantas muñecas Barbie, sin que eso representara una desviación en su inclinación sexual, ni provocara tampoco pláticas de sobremesa incómodas.
Simplemente, no estamos listos para ello.
Update:
Felicidades Xellif por su cumpleaños número veintialgo.
Sé que le encantaría como regalo de cumpleaños una suscripción a la revista Muy Interesante o quizá hasta la Cosmo (o al menos eso sugiere su perfil) pero como soy pobre -y eso que aún el nuevo paquete fiscal no aterriza- no me queda otra más que desearle un feliz y agradablísimo cumpleaños lleno de mucho, mucho vodka.

10 comentarios:

Lalo dijo...

Muy interesante post. He de confesar que yo de chiquito (3 años) jugaba con las barbies de mi hermana a que eran "heroinas de acción" (no de las que salian en la tele porque en ese tiempo ni los conocia), y ahora soy todo un HOMBRE hecho y derecho.

bueno no.

saludos



Alejandro Rivera dijo...

yo nunca jugué con barbies, es mas hasta llegué a jugar fútbol, y la verdad eso no es nada determinante, heme aquí GAY jajaja, y si no deberíamos ser tan insistente en diferenciarnos por actitudes, gustos y colores desde niños



Subversiva dijo...

Pues yo jugaba con Barbies, con carritos de carreras, con LEGOS, con Playmobil, me enlodaba, me trepaba a los arboles, me madreaba con niños y veanme aqui: heteroflexible!
Jajaja



Lady Diabla dijo...

ORALE que buen colectivo y dejame decirte que te ves interesantisima en esa foto de mirada seductora.

ahora bien, mi hermana juega con un vecinito, la mama del vecinito es toda una dama de sociedad educada y su cabello siempre esta bien peinado y viste al chamaco de 6 años como si fuera un bebe todavia, el niño siempre quiere jugar con mi hermana a las princesas y dice que el es una princesa, le gusta el rosa y se quiere poner los vestido de mi hermana... eso es normal? digo no quiero verme toda cavernicola de "tu eres hombreeee cabron, hombreeeeeeeee" y ponerlo a cortar leña o algo asi pero... no esta como que demasiado desviado... nacio o se hizo por culpa de su mama?



Kyuuketsuki dijo...

Uf, creo que tienes razón. No estamos listo para eso, somos una sociedad muy tradicionalista con los roles muy marcados, y eso implica que los hombre jueguen con varoniles figuras.

En mi opinión, no creo que eso influya para nada en su orientación sexual y fin del asunto.



Lorena S. dijo...

Buen post, creo que siempre me gustará esa forma tuya de escribir.

Coincido contigo en que aún no estamos listos para desapegarnos de nuestra educación y el rol que debemos ejercer de acuerdo a nuestro sexo.

Tal vez algún día, pero por lo pronto lo dudo.

Saludos!



ge zeta dijo...

Totalmente de acuerdo con eso.

Yo no jugué nunca con barbies, jugaba a los carritos y con mis GI Joe, y heme aquí, un gay hecho y derecho.

Pero el futbol nunca me gustó. Y sí me enlodaba eso sí.



Grazia Silva dijo...

Yo de chiquita jugaba con cochecitos de formula uno, y en la actualidad sigo la formula uno y practicos deportes de niño y eso no quita que soy muy femenina.

Se puede tener todo y si no pues esta video -> http://www.youtube.com/watch?v=O1NzniAzayM&feature=player_embedded les demuestra que nada tiene que ver que juegue Barbies.



Zanahoria dijo...

Buen post, Mar. ^^
Yo jugaba con gatos. :)



Pinkrobot dijo...

Es bien cierto lo que dices, de hecho te aseguro que ese señor se está torturando justo ahora, preguntándose si su hijo es maricón, por algo que ni siquiera tiene relevancia,pobre...