Estoy mirando a tu novia y qué...

jueves, 24 de febrero de 2011

Ella es una de las muchachas más bonitas que he conocido. No solamente es agradable a la vista, sino que resplandece buena vibra. Es de esas chicas que está sonriendo siempre, no porque sea tonta, sino porque todavía la vida, la raza humana, animal y vegetal le dan ánimos para estar contenta. Cuando escucha música, cierra los ojos y sigue las notas con sus manos y brazos. Fuma porque dice que no es un vicio, sino un buen hábito del ser humano.
Con la convivencia diaria, un compañero de trabajo suyo (de ella), como no es ciego y nada tonto, se enamoró de ella. Tiempo después me dijo que ella andaba con un fotógrafo y las cosas nomás quedaron en franca amistad.
Le creí.

En el Centro Cultural que estamos armando, hicimos sushi porque teníamos visitantes. No sólo Nerdest estaba ahí, sino que también una pareja de austriacos estaba de vuelta en mi rancho, que es el rancho de Xellif as well. Después de un rato llegó más gente. Una de esas personas que llegaron, una chava muy guapa, que después de procrear hijos, casarse y toda la cosa, supo que lo suyo, lo suyo son las mujeres. El caso es que la chava salió, quezque iba por chelas, y no regresaba...
Cuando preguntamos por ella, otra chica de las personas que llegaron al final (remóntese al anterior párrafo si ya no se acuerda), dijo que su chavo le había hablado. Para esto yo ya sabía que la morra si se iba con alguien, no iba a ser un chavo, porque aunque su morra pareciera vato, pos nunca iba a serlo...
Luego de 20 minutos nos dijo que se había ido con su chava, y que lo más seguro era que ya no regresara...

Stalkeando a la morra primeramente mencionada, vi que tenía varias fotos con una chica igual de bonita que ella, y que ambas tenían el pelo corto, pero muy femeninas las dos. Me di cuenta que en realidad 'el fotógrafo', era 'la fotógrafa'...

Ya sé que lo tradicional es que sean morro y morra y la chingada, pero eso ya dejó de ser así hace mucho, pero mucho tiempo. No entiendo por qué nos complicamos la existencia cambiándole de género al amor de otra persona, y más cuando quizá le costó un putero poder llegar al lugar donde está, con quien está y evadiendo las caras de fuchi o de morbo que despierta en otras personas cuando van juntitas y agarradas de la mano.

Si yo anduviera con una morra, no me gustaría que dijeran que ando con un vato. Y creo que ya es momento que comencemos a ponerle género, sin que esto nos avergüence, y evitar que la gente lo haga, porque aunque a ellos les brinque, lo único que podría dar saltitos en la pareja mencionada, son sus manos o sus lenguas y sus respectivos genitales.

5 comentarios:

Noemí dijo...

ay, yo no la conoci :(

pero me gustaron varias de tus amigas ;)



Alejandro Rivera dijo...

damn it, la vi la conocí, pero no me acuerdo quien es, jajaja



LILLEST dijo...

estoi totalmente de acuerdo... asi debe de ser la vida... tristemente no lo es y a veces es necesario usar ese recurso



La Lluviedad dijo...

mmm.. yo también la quiero ver. nada más verla.



Beckiee dijo...

ay si, eso es muy cagante, yo generalmente si me incomoda que alguien sepa no digo nada y si preguntan pues si digo la verdad, no esta chido estar inventando nombres y de mas QUE HUEVA