Mostrando entradas con la etiqueta cuentos para no-dormir. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuentos para no-dormir. Mostrar todas las entradas

Parece navidad, foquitos que se prenden y se apagan y se prenden y se apagan...

sábado, 14 de agosto de 2010

Me he dado cuenta, de a poquitos, que soy un paranoico horrible... tiendo a cambiar las contraseñas de mis cuentas todo el tiempo, a revisar dos veces que el cerrojo de la puerta este bien antes de irme a la cama, a hacer llamadas cada que me acuerdo de alguien, a revisarme constantemente las agujetas de los tenis.... y un sin fin de etceteras.

Este finde me largo fuera del DF, hace un rato que no lo hago, y cuando mañana me vaya a dormir a una cama que no es la mia, seguro lo haré pensando si deje o no la ventana bien cerrada, y de que alguien podria notar que no y entrar por ahi, y llevarse libremente lo que desee de mi recamara y al final me voy a quedar dormido pensando eso.

Tambien la música con altas y hartas dosis de paranoia me gusta... ejemplo:


Y el dolor de cabeza, y las mañanas frías desiertas, ya no!, Malas caras, promesas, y preguntas sin respuesta, no... Y las horas, los días, semanas, comidas, llamadas de amigas de la vida inventadas: mentiras, mentiras, mentiras ya no... ya no.!

Lobo (...2ª parte)

sábado, 16 de enero de 2010

(La 1ª parte aca)

Les contare un poco acerca de Lobo (total que le pregunte si podía escribir aquí un poco de él y no puso objeción alguna)

Lobo es un animal (como todos nosotros los animales) que vive un poco apartado del poblado general, entre los de su especie brinda apoyo y sabe ser solidario en tiempos difíciles.

Lobo es muy trabajador siempre lo conocí así, muy tenaz. Para llevar a cabo sus responsabilidades, durante el día se viste de piel de oveja, pero no como un atentado a la falsedad, al contrario, viste ropas de "normalidad" en una sociedad basada en los disfraces que le enseño que usar ropas de oveja era lo más adecuado para no ser discriminado de entre todos los animales. Por las noches al llegar a casa se quita el traje y busca la comodidad en su refugio, en su hogar, prepara su cena y duerme en su cama King-size.

Lobo como todos nosotros los animales nunca despreciaría un "bocadito" que satisfaga con sus necesidades físicas y si se presenta la oportunidad, primero evalúa los riesgos y si todo parece indicar que estará seguro, invita al "bocadito" a casa y ahí, ambos y sin vestiduras se degustaran con gusto. (aun así siempre guarda un par de colmillos bien afilados debajo de cada lado de la cama, pues nunca sabe que pueda haber debajo del otro disfraz)

Fin del cuento.

¿...?

             ¿Todo fue así sin más y ya? No.

Da la casualidad de que lobo tiene un gusto muy especial, y es que no obstante que postre los 34 años de vida, gusta de presas jóvenes de entre 17 y 22, eso es lo que a simple vista podría parecer peligroso de él. (y no lo es  del todo pues siempre existe la posibilidad del "almuerzo" consensual (ash! ya basta de alusiones figurativas)). El problema es que a él no le importa cuáles sean sus tendencias o preferencias de la joven presa en cuestión, de ser necesario, las convertiría en sus "Capirujitas Rojas"*1  y patrocinara sus caprichitos. De lo que el se valdrá para poder engancharles.

Querido lector(a), pongámonos en el papel de alguien a los 17 años y encontraras a un adolescente que la mayor de las veces no es autosuficiente económicamente, tendrá muchas necesidades y deseos en una sociedad de consumo y finalmente pero no por ello menos importante, se encuentra en una edad en la que los gustos y preferencias sexuales pueden estar en una tambaleante balanza aun.

No creo que hablar con él, le haga cambiar de parecer, no creo que decirle: "No te deberías de meter con menores de edad por qué un día puedes terminar en un lio gordo, gordo" haya ayudado. Aun así la nota se la hice y el seguirá haciendo lo que hace desde hace mas de 10 años.





Para finalizar. Un día sentados platicando me pregunto ¿cómo lo veía a él?, ¿que opinión tenia de él? Qué pensaría si lo viera por la calle, le dije:

Si te viera por la calle, diría que eres un tipo normal, no actúas ni siquiera afeminado, no andas con la bandera puesta vaya, pero como segunda impresión, me pareces ser un Lobo. Un lobo que siempre está hambriento y no tiene el menor recato en quien sea su presa. Estas cañón wee’

...se lo dije de frente, cara a cara.


*1 La Palabra Capirujita fue sacada de una conclusion entre @Xellif y yo, pues en ese entonces desconocia el termino de "pirujito" ...para mi en ese momento eran mas bien  como "Caperucitos"

Instrucciones de lavado

jueves, 10 de septiembre de 2009

Se me dijo que hoy no han tema, por lo que les invito a leer este 'cuento corto' que he preparado para ustedes, cuando aún no los conocía pero ya sabía que existían (les paso los kleenex si gustan).

Mejor en un fin de semana, me dijiste antes de colgar. No sé si lo que escuché después fue una risita de complicidad o era parte de un mal chiste. Dejé caer el brazo, pesado, como todo mi cuerpo, cual largo era en el sillón. Cerré los ojos y volví a sentir esa necesidad. Recorriendo mi cuerpo, violentando mi cabeza, violando mi corazón.

Sentí las embestidas, una tras otra. Una después de otra, y las demás sin siquiera esperar a que terminara. Golpeaste mi cara tan fuerte esa vez, que aún sentía mi piel pegada a tus nudillos. Me prometiste que no habría más. Que no sólo querías mi sexo sino también mi amor. Te dije que no podía quedar en tal cosa, que no había trato. Que mi cuerpo no era mío y mucho menos tuyo. Te reíste, y aplicaste hielo sobre mi carne machucada.

Nos viste en esa fiesta, yo me acomodaba el pantalón mientras él encendía el cigarro. Le invitaste una cerveza y le dijiste que yo era tu mujer, volteaste a verme mientras lo abrazabas y yo te escupí en la cara. Quebraste la botella en mi cabeza. No fue mi culpa, tú me provocaste. Te dijo que no quería que te volvieras a acercar a mí. Le mostraste el puño.

Cuando llegamos a la casa me llenaste de besos, me tocabas y te frotabas contra mí. Y yo lloraba en silencio. Pasaste tu dedo por mis lágrimas y luego lo metiste tan dentro, tan profundo, tan… tú.

Lo mejor sería no hacerte caso, lo peor sería hacerte entender. Que no eres tú, que no soy yo. Que no me bastas, que no te lleno. Me mudé a su casa, hacíamos las compras y veíamos películas en la sala. Los domingos venían de visita sus padres y nos vestíamos como para ir a misa. Siempre nos decían que nos casáramos. Pero él nunca lo pidió.

Ella vivía frente a nuestro departamento, en la tarde salía a pasear a su perro. Un día le dije no tengo amigos, y tú tienes un perro. Ella sonrió y me invitó un café. Platicamos por horas, tomaba mi mano, me miraba a los ojos y decía que podía leer mi tristeza.

Yo la invité a leer la etiqueta de mis pantis.