siempre me he enorgullecido de ser una persona sumamente madura. una persona serena, racional, que resuelve los conflictos dialogando, prudentemente.
cuando era niña y mi papá o mi mamá (o los dos, malditos traicioneros!) abrazaban a mi hermano o le daban un beso o algo, a pesar de mis impulsos de machito primitivo de echármele a los golpes y dejarlo hecho una piltrafa que nadie quisiera abrazar ni besar, sabía perfectamente que ésa no era la solución (porque los dos años que me lleva, en esa época, eran demasiada ventaja).
entonces actuaba congruentemente con esa madurez que ya mecioné, y recurría al diálogo inteligente:
"a mí nadie me quiere", decía, y ponía mi carita triste. de inmediato venía mi papá y me quería.
unos 15 años después, mi familia me andaba dando carrilla con un muchacho a quien era evidente que le gustaba (yo, no mi familia) y según cuenta la gente, también era evidente que me gustaba a mí (él, no mi familia). salíamos y esas cosas, pero llegó una muchacha más bonita y más delgada que yo y pues, como dicen vulgarmente, me pedaleó la bicicleta.
no sólo la pedaleó, sino que se la llevó para darle unas vueltas y cuando regresaron, la bicicleta ya era suya y la pedaleaba enfrente de mí.
y yo la veía con mis ojos de peatona.
tuve un poco de celos en esa ocasión, pero no eran celos por la bicicleta en sí, la neta ni me gustaba casi. lo que realmente me gustaba era su atención de bicicleta. y que no tenía que andar a pie.
eran celos de que era mi bicicleta. había sido, pues.
a esa edad ya no era tan machito. ya me estaba volviendo el maricón que a ratos soy ahora, de modo que esa vez no tuve impulsos de herir a nadie. tenía más bien como ganas de llorar. o de romper la ventana del carro donde íbamos los tres y no sé quién más.
eso no es herir a nadie. es hacer berrinche.
sin embargo continuaba siendo la reprim... digo, la persona serena, madura, prudente que había sido a los tres años.
racional. a esa edad no me iba a funcionar el "nadie me quiere", me iban a tomar a loca y a bajarme del carro por ahí o a de plano no volver a invitarme a salir ni para ver cómo se paseaban en la bicicleta. no. ¿qué hice?, me aguanté como toda una señorita, mirando hacia la calle, queriendo llegar a mi casa y una vez que llegué a la casa... escribí un poema. un "poema".
luego lo rompí y me dediqué full time a la lesbianez.
entonces conocí los celos nuevos. los celos de "por qué con ella sí y conmigo no?"
ésos de que me gusta/estoy enamorada de/estoy obsesionada con alguien que namás no me pela a mí pero a alguna otra sí. a alguna otra FEA (jijijijijiji, le dije fea y bigotona).
soy clienta frecuente de esos celos. y aunque despiertan en mí el impulso casi irrefrenable de empezar a cantar a todo pulmón esa de timbiriche de "con todos menos conmigo".. o lo que es lo mismo, decirle.. "eres una puta!" y salir corriendo y llorando, continúo siendo la muchacha madura y centrada que fui a mis como 18 años.
esos celos generalmente los neutralizo suplicándole sutilmente a algún amigo que me diga que yo estoy mejor que la fea en cuestión. así, con el poder de convencimiento y los amigos tan leales que tengo, siempre consigo el consuelo infalible que me da la frase:
"tú eres más bonita"... aunque luego seguramente la completan pensando "...por dentro", o alguna cosa así.
y la verdad es que sí, tengo sentimientos muy lindos n_n
están también los celos justificados. los celos que toda mujer saludable debe sentir cuando se entera de que el pendejo ex de su novia le anda llamando por teléfono, escribiendo correos, diciéndole que la ama, escribiéndole poemas ("poemas", claro) y ella (la novia, no la mujer saludable) los guarda en su computadora, con contraseña y todo.
celos de esos que provocan náuseas y mareos y todo el pedo.
en esas ocasiones, contrario a mis impulsos de macho renovado, pienso que no suelo ir a retar a un duelo a muerte al mequetrefe en cuestión.
pienso que más bien me tomo alguna pastilla para el mareo y nuevamente recurro al diálogo. al diálogo maduro, diálogo de adultos.
"cariño, ¿podrías, por favor, solicitarle al caballero desnudo que está en tu cuarto que tenga la bondad de cubrirse sus partes y que desista del proceder con que ha actuado en recientes fechas, que consiste en querer estarme pedaleando la bicicleta?, porfa, porque siento como que me quiero vomitar de los celos y me duelen mis puñitos de hacer tanta fuerza. gracias".
generalmente tanta diplomacia tiene efecto inmediato y si no, pues me aguanto :)
y bueno, pues hay más celos. por ahí tengo unos que no he discutido con nadie todavía. me los estoy guardando para cuando ya no me importe que la gente sepa lo enferma que estoy en realidad.
mientras tanto, a dormir!