Saludando, que todavía es sábado.

Sí… sigo vivo, aún no me muero, aún no me vuelvo católico recalcitrante, aún los quiero (aunque sé que no me quieren ustedes, seguro quieren que me maten también como a…). Lo que pasa es que mi memoria falla y se junta con que tengo que hacer otras cosas, terminar semestre, comenzar proyectos, buscar dinero en las piedras, ya saben, lo normal… intentar sobrevivir.

Denme dinero, no he hecho cuentas y no quiero, lo único que quiero es dinero para comprar cosas y volverme independiente (dependiente de su dinero, claro) y vivir solo y vivir la vida al límite!!!

Sí, vivir intensamente mientras compro comics, dibujo, pinto, tomo café, tomo mate, paseo al perro (que no tengo), salgo con la novia (que sí tengo *__*), ya saben, lo normal… gastar para poder procrastinar a todo volumen sin interrupciones.

En otros temas, sé que hoy fue la marcha del orgullo lgbt y pues no fui pues acepto que, tristemente, no es lo mío. Lo mío, lo mío, lo mío es vagar sin interrupciones, disfrutar las cosas con la persona que quiero (que usualmente no hay tal… salvo cuando sí >_< ), respetar al prójimo y ser respetado sin mayor parafernalia… No digo que sea una pérdida de tiempo lo de la marcha (no me atrevería a decir tal cosa), lo que quiero decir es que yo hago esas peleítas día a día, sin hacer fiesta por ello, sin tener más satisfacción que una sonrisa cuando veo que alguien es respetado, enojarme y mentar madres si alguien no lo es; vaguedades, sí, pero vaguedades lindas para mí (sin tanto colorido… yo soy muy gris) ^_^ — aunque acepto que hay veces que ni yo sé cómo darles el derechazo a esas peleítas y noquearlas para siempre… sería bonito saberlo.

En fin, sólo decía hola y les aviso que dibujaré cosas bonitas, lo prometo… emmm… no me pregunten cuándo, sólo prometo que lo haré *_*

Bueno, que sólo iba a saludarlos… pásenla excelente en sus fiestas de orgullo por la diversidad (que de ésa sí me siento muy orgulloso y feliz de que exista).

—Chui

I'm your man

A veces imagino que tengo verga.

Imagino que la froto contra tus nalgas mientras estás dormido.

Paso mi mano y las dibujo con mi dedo, pretendiendo que se acerca a ti y entonces se abren para mi.

Abro los ojos y recuerdo que eres heterosexual.

Te dije que no te pusieras ese vestido rojo.

Te rogué que por lo que más quisieras te lo quitaras, que lo dejaras colgado en la puerta, o aventado en el colchón, como tú quisieras, pero que no te lo pusieras.

Cuando lo abotonabas y tus senos brotaban del escote, te pedí otra vez, que por favor, no te lo pusieras.

Traté de obstaculizar el paso de tus dedos por el cierre.

Te tomé de las caderas, te llené de besos la cara, te lamí los ojos, te mordí las pestañas. Te pedí que no te lo pusieras, te ordené que te lo quitaras.

Pero no me hiciste caso, te calzaste ese vestido rojo que se te aprieta en la cintura, que cae frondoso en tus muslos y muestra tus tobillos.

Te metiste en esa funda de tela que me hace enloquecer. Pretendías que fuéramos a dar una vuelta, a comer un helado, a alimentar a las palomas. Cómo se te ocurre que voy a poder pensar en el sabor de helado que pediré, si será en cono o en vaso, si lo pediré coronado de chocolate, o de almíbar, o de cualquier mermelada. Si será con chispas de chocolate, si veo las puntas de tus pezones que son las que quiero lamer, como si se derritieran en el cono de mi mano.

Como puede siquiera pasar por tu cabeza la idea que voy a caminar de tu brazo, viendo cómo te mira la gente, cómo esos babosos te miran las nalgas, agarrándotelas con los ojos.

A esas machorras que te gritan mamacita a la menor provocación.

Y entonces pasó lo que ya sabías. Lancé mis garras sobre tu cuerpo y desbaraté ese vestido del demonio. te arranqué con los dientes uno a uno esos botones que te aprisionan el escote, te abrí con las dos manos el cierre, mientras gritabas y llorabas sobre lo costoso del vestido, te lo dije, te lo advertí. No te pongas ese vestido. Ese vestido era solo para bailar, para bailar para mi.