Este 1ero de Diciembre se conmemoró el Día Internacional de la lucha contra el VIH, es por eso que esta semana recomiendo uno de las películas que ha tocado este tema. Una película honesta, directa y muy bien realizada que siempre que la veo me deja un nudo en el estómago.
"Ser negativo es un esfuerzo diario, no te puedes tomar vacaciones en el esfuerzo de ser VIH negativo."
PHILADELPHIA, 1993, Dir. Jonathan Demme.
¿De qué trata?: Un joven y prometedor abogado de Philadelphia, Andrew Beckett (Tom Hanks), es despedido del prestigioso bufete en el que trabaja al conocerse que ha contraído el sida. Decide demandar a la empresa por despido improcedente, pero en un principio ningún abogado acepta defender su caso.
Después de dirigir, El silencio de los inocentes (The Silence of the Lambs), Jonathan Demme
tomó la batuta de una película que puso en la mesa una de las problemáticas que más controversia ha causado en la historia del cine. Esta magnífica película nos retrata las miserias del ser humano y es que fundamentalmente, viene a denunciar la marginación y el rechazo, que sufrían y que todavía hoy siguen sufriendo, todos los que contraen el Virus de Inmonodeficiencia Humana, VIH.
Con un increible buen gusto, el director a través del personaje que tan magistralmente interpreta Tom Hanks, nos va introduciendo en la dureza a la que se tienen que enfrentar a diario los enfermos de este tipo. Pues no sólo pierden su salud, sino que prácticamente lo pierden todo, incomprendidos por una sociedad que tiende a olvidarlos.
En la película queda reflejada la humillación psicológica que una persona por una enfermedad como el sida ha de pasar, pero en la base de esta enfermedad está la base ante el rechazo homosexual que estos deben de pasar.
Aquí se muestra lo cruel del ser humano ante la homosexualidad y ante los enfermos de sida, como hombres que parecen tenerlo todo en la vida y un alto estándar social pierden los valores humanos humillando al pobre enfermo de sida, despreciándolo y machacándolo. Está la lucha del hombre por recuperar su dignidad como abogado y ser humano. Un ejemplo de respeto por todos aquellos independientemente de su raza, religión u orientación sexual, temas totalmente de actualidad aunque la información que recibamos sea más completa.
Tom Hanks, gran actor aunque prototipo de lo políticamente correcto, arriesga en un papel difícil y hace una interpretación magistral llegando a estremecer en la recordada secuencia sonando La mamma morta por voz de Maria Callas con toda su grandeza y pasión, mientras la cámara penetra en el interior de un alma herida.
Calificación: * * * * / 5 Muy recomendable.
tomó la batuta de una película que puso en la mesa una de las problemáticas que más controversia ha causado en la historia del cine. Esta magnífica película nos retrata las miserias del ser humano y es que fundamentalmente, viene a denunciar la marginación y el rechazo, que sufrían y que todavía hoy siguen sufriendo, todos los que contraen el Virus de Inmonodeficiencia Humana, VIH.
Con un increible buen gusto, el director a través del personaje que tan magistralmente interpreta Tom Hanks, nos va introduciendo en la dureza a la que se tienen que enfrentar a diario los enfermos de este tipo. Pues no sólo pierden su salud, sino que prácticamente lo pierden todo, incomprendidos por una sociedad que tiende a olvidarlos.
Es reseñable que en el enfoque se huye de la sordidez o el morbo, fijándose en cómo afecta la enfermedad al aspecto humano y social, el rechazo resultante sobre todo de la ignorancia, y haciendo especial hincapié en la lucha por la dignidad.
En la película queda reflejada la humillación psicológica que una persona por una enfermedad como el sida ha de pasar, pero en la base de esta enfermedad está la base ante el rechazo homosexual que estos deben de pasar.
Un abogado joven, bella persona y bueno con todos los de su alrededor, desde su madre hasta la secretaria de su oficina, una persona querida por todos, incluso para los mejores y más prestigiosos abogados de su trabajo, los abogados más prestigiosos de Philadelphia. Abogado en su trabajo, homosexual con pareja estable en su vida privada, vida privada la cual un día tuvo un error de infidelidad en unos años donde comenzaba el tema del sida y sus problemas y por desgracia le tocó a él. De aquí surgirá el comienzo de la decadencia de una persona por su enfermedad pero la cual mantendrá sus valores y dignidad por encima de todos esperando que los de su alrededor la respeten.
Aquí se muestra lo cruel del ser humano ante la homosexualidad y ante los enfermos de sida, como hombres que parecen tenerlo todo en la vida y un alto estándar social pierden los valores humanos humillando al pobre enfermo de sida, despreciándolo y machacándolo. Está la lucha del hombre por recuperar su dignidad como abogado y ser humano. Un ejemplo de respeto por todos aquellos independientemente de su raza, religión u orientación sexual, temas totalmente de actualidad aunque la información que recibamos sea más completa.
Tom Hanks, gran actor aunque prototipo de lo políticamente correcto, arriesga en un papel difícil y hace una interpretación magistral llegando a estremecer en la recordada secuencia sonando La mamma morta por voz de Maria Callas con toda su grandeza y pasión, mientras la cámara penetra en el interior de un alma herida.
Calificación: * * * * / 5 Muy recomendable.
1 comentarios:
Áurea O. León dijo...
Oras.
Pues me ha llama'o mucho la atención esta película.
Intentaré verla pronto.
Grax.
2 de diciembre de 2009, 17:10
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