los planes valen dick.
casi siempre.
a veces no.
pero casi siempre valen dick.
en la mañana iba en el camión pensando en cómo hay ciertas horas a las que andamos más esperpentos... traía casi todo el odio del mundo y andaba con todas las intenciones de portarme llubitch con (casi) todo el mundo.
iba tarde a la escuela. un camión acababa de pasar y el chofer había ignorado que le hice la parada nada más para ganar segundillos insignificantes. me había tocado subirme a un pinche minicamión con asientos adaptados y la vieja caderona que estaba sentada junto a mí no me dejaba sentarme bien.
(o sea, yo también estoy caderona y vieja, pero lo hago con gracia u_u)
traía la puta mitad de las nalgas en el aire (no al aire) y tenía que ir haciendo magia con mis pantorrillas megamusculosas para no caerme con las curvas y las frenadotas violentas que el camión hacía.
digo que iba pensando en cómo la gente está refea a esa hora... vi a un güey con el pinche dedo bien adentro ... de la nariz, de la nariz.
iba con todo.
yo deseaba secretamente que en una de las frenadotas o curvas violentas esas que hacía el camión se le fuera el dedo más adentro y escarmentara el asqueroso.
(o sea, yo a veces me saco los mocos pero nomás en privado... o si estoy con alguien de mucha mucha confianza. o si ando muy muy peda. y me lavo las manos!!! y yo no vi ningún lavabo en el camión!!!)
bueno, pues llegué a la escuela, entré al baño y comprobé que en efecto, me veía toda fea. debía ser por la hora.
después del examen lo esperpéntico seguramente pasaría y yo iba a volver a mi gallardía acostumbrada.
hubo examen, tembló, siguió habiendo examen pero después de poco más de dos horas terminó.
y yo me fui a visitar a mi alan favorita, pensando que ya todo iba a ser puro glamour y belleza.
little did i know...
lo que no sabía era que ps como siempre, estaba equivocada como nunca.
me compré unas donitas espolvoreadas bimbo y me trepé al primer taxi que se detuvo.
taxi colectivo, remember?
taxi gaycolectivo. <-- me puse barberita
había dos tipas en el asiento que me tocaba subir. como buena ciudadana, asumí que se iban a recorrer para que me sentara del lado de la puerta.
y cuál, ps que me dicen "pásale" y me toca aventarme con todo y mochilón y nalgotas hasta el freaking fondo del asiento.
aaaaahhh, pero en lo que luchaba contra la estupidez de las pasajeras, mi obesidad, la fuerza de gravedad y la impenetrabilidad de la materia, en lo que conseguía posicionar mi derrière satisfactoriamente en el lugar de hasta el fondo, la vi *_*
era una de las dos babosas que no se habían querido recorrer, era, de hecho, la que quedaba junto a mí.
era una muñeca vestida de azul. de un azul elegantísimo, un azul como éste, tantito más oscuro y chillador. hacía pensar en el más dulce de los betunes de pastel. azules.
era un vestido coooooooooooorto, corto y con un gran escote.
mientras me acomodaba noté que la muñeca esta, vestida de azul, no se había depilado las piernas n_n
(o sea, yo a veces no me depilo las piernas, pero es porque soy futbolisto y si saliera a jugar con las patas lampiñas y suavecitas los demás muchachos se reirían de mí)
lo de los pelos se me hizo extraño porque pues la muchacha andaba bien cuidadita, olía a perfume y todo, traía una pulsera con una estrella azul. azul de éste, pero azul. bien combinadita pues.
traía un anillo azul. azul de éste, pero azul. bien combinadita pues.
la liga del pelo, azul. azul de éste, pero azul. bien combinadita pues.
se me había hecho raro pues, que trajera las piernas peludas si andaba tan emperifolladita. luego me iluminé, mientras, sin albur, le daba una mordida a una de mis donitas espolvoreadas y el viento hacía que el azúcar glass espolvoreara a su vez mi linda faz.
pensé, en uno de esos destellos de inteligencia que de repente me da el destino, que la muñeca se había dejado los pelos porque seguramente eran azules.
quise inspeccionar sus piernas con mayor detenimiento pero por una parte, me daba miedo que me fuera a cachetear cuando notara la insistencia con la que la miraba. si hubiera querido pedo conmigo, seguramente me habría pellizcado o al menos me habría dado una modesta nalgada cuando le pasé la cola por enfrente para sentarme.
además ya casi me tenía que bajar.
pero, lo más importante, un prodigio muchísimo mayor captó mi atención. un espectáculo que sin lugar a dudas opacaría a cualquier par de piernas peludas: la mujer esta se metió la mano al escote y sacó un celular de entre sus boobs.
que de seguro también eran azules.
(o sea, yo también a veces me guardo cosas entre las boobs, pero namás dinero... como propina para quien se aventure a agarrarme ahí. por favor u_u)
bueno, la cosa es que la morra esta hizo magia.
magia azul.
blue magic woman.
en eso me tuve que bajar del taxi y entre que otra vez las méndigas vacas no se quisieron recorrer ni encogerse ni desaparecer ni nada que hiciera más fácil mi descenso, entre que le pagaba al taxista, entre que cuidaba la mochila para que no se me madreara más la lap, entre que nadie me nalgueó ni siquiera un poquito, entre que al bajar di las gracias y la viejilla que no se quiso mover ni poquito me dijo "de nada" como una burla final, acabé riéndome como pendeja, sola, cruzando la calle, el día que había jurado que iba a andar de amargadota y sin sonreírle a casi nadie.
y pues ya para acabar porque tengo que dormirme, he de añadir que seguramente las personas que vieron a la muchacha esta despeinada, cachetona, carcajeándose en la calle y enseñando sus dientes chuecos, con su nariz de bruja y todo el pedo (o sea yo), se quedaron pensando que ya pasaba de mediodía y que a esa hora los esperpentos ya no deben andar libres por la calle.
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pd: mención especial a mi asistente, la pequeña nayelhy, por el apoyo moral que me brindó hasta las 2:38, hora a la que terminé esta mugre.
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