Intransigencias

Más de una vez me han dicho que soy “puto” o “maricón” por meter las manos al fuego por el digno trato de la comunidad gay. En un principio me daba coraje pero hoy me da risa.

Esta situación se da siempre que escucho a alguien hablar despectivamente de la comunidad gay haciendo comentarios ofensivos. Entre ellos se encuentran el ‘se viste como maricón’ o ‘es bien marimacha. Las niñas no juegan futbol’. Me parece irrisorio este asunto porque no veo la razón de que una cuestión de gustos sea razón suficiente para denigrar a alguien y quitarle su calidad de persona. Me pregunto porque no denigran a Alejandro Magno si él también fue homosexual.

Siempre que sucede algo así, me hierve la sangre y tengo que decir algo. Por lo general pregunto lo que tiene que ver una cosa con la otra, ya que todavía no encuentro el nexo entre gustos, preferencia sexual y el derecho a ser o no tratado como humano en función de las dos primeras. Es cuando me dicen ‘¿Por qué te afecta tanto? ¿Eres maricón?’. No lo soy, pero me afecta desde el momento en que me gusta considerar que todos deberíamos ser aceptados tal y como somos, así nos guste o no lo que se supone nos debería gustar dentro del rígido esquema social. A ellos no les gustaría ser criticados por gustar portar una playera de algún equipo y no ser reconocidos como iguales.

Es un tanto irónico pues esas personas que critican, las que más pedradas tiran contra los demás según las apariencias, son las que supuestamente piden más respeto. Ofenderlos de la manera más mínima representa un problema gigante con ellos. ¿Cómo podemos atrevernos a cuestionar su autoridad en lo que debe o no ser? Creo que los que más fácilmente se arriesgan a juzgar sin haber considerado ponerse en los zapatos del otro son los que peor parados salen, después de todo, ellos siempre son los que quedan mal ante los demás al mostrar una intransigencia. Los afectados muchas veces simplemente ignoran y pierden el respeto que le tengan al atacante.

Hoy yo propongo que los heterosexuales nos sumemos a defender la diversidad sexual contra aquellos que tan aferrados a su esquema, atacan tan fácilmente y generalizan denigrando a aquellos que no son de su preferencia sexual. Después de todo, la sexualidad es algo universal y que a todos nos concierne de igual manera. Al menos yo me sumo, así tenga que asumir el título de gay ante la sociedad para poder hacerlo.