Día 1
Se talló los ojos una vez más, bostezó. Su delgado y debil cuerpo se estiró, se sentía con sueño pero no cansada, el insomnio había hecho de las suyas una vez más. Después de seis horas seguidas de ver un capitulo repetido, de una serie que había visto minimo tres veces, como todos los días hacía, los mismos episodios, de los mismos programas, la misma trama, los mismos problemas, viviendo su vida a través de una realidad irreal televisiva, después de eso, decidió que era hora de coexistir con el mundo: a través del msn, of course.
Abrió su laptop, sin apagar la tele, así podría seguirla viendo de reojo, se conectó al msn y buscó con la mirada a alguien interesante. Pero tenía un pequeño problema: ya nada le resultaba interesante. Todos eran aburridos. Esa pequeña crisis existencial que todo el mundo tiene alguna vez: nadie me entiende, nadie me quiere, a nadie le importo, estoy sola, no los comprendo, no me comprenden.
Música deprimente: lifehouse. El soundtrack de grey's anatomy. Pensar.
Ese constante dolor, inseguridad e insatisfacción.
Día 2
Despertó tosiendo y con dolor de pecho, sentía que su cabeza estallaba y se sentía cansada. Eran las 11 de la mañana, entraba a las 7 a la escuela. Recordó las discusiones de anoche con su novia, no sabiendo exactamente, porque a pesar, de que estas eran tan constantes, le costaba tanto superarlas, y porque cada vez que se sentía enojada, tenía la necesidad de liberar su dolor de alguna forma.
Día 3
Se sintió expuesta. Todo aquello que le habían dicho era cierto: autodestructiva, depresiva, inestable.
Tomó las tijeras y se hizo una cortada profunda. No reaccionó hasta el momento en que vió la sangre caer, hasta el momento en que vió su sueter con una manchita roja. La liberación, cargada de adrenalina.
Fueron los primeros días donde se dió cuenta que ya no había necesidad de llorar, el dolor interno podía desaparecer con el dolor externo, el sufrimiento emocional se camuflajeaba con el sufrimiento fisico. La sangre que recorría sus brazos era la evidencia de que debía ser fuerte, de que debía superar sus problemas, las cicatrices que quedaban eran la prueba, de que no debía entristecerse por tonterías, porque cada vez que algo la deprimiera, estaría el dolor fisico para liberarla. Una pequeña adicción al dolor autoinflingido que apenas comenzaba. Estaba expuesta a muchas cosas, pero no estaba decidida a enfrentar la realidad, podía vivir a través de libros, series e historias, y así olvidarse de su vida. Por qué no podría también vivir a través del dolor para liberarse de sus problemas? que había de diferente entre las dos formas de evadir la realidad?
Día 13
Una salida fácil siempre ha sido evitarse a si mismo. Eso hacía.
Comenzó por meterse a foros donde aquellas adolescentes se sentían igual que ella y expresaban lo bien que se sentía, evadirse un poco con el 'cutting'.
Día 17
La adicción no se mide en el tiempo que llevas consumiendo o prácticando cierto comportamiento, se mide en la necesidad que tienes de hacerlo, no importa si tienes un día, dos días, tres días, la adicción es cuando necesitas de algo. Y un adicto reconoce a otro adicto.
Pulseras.
Un sueter a pesar de estar a 35º
Brazaletes
Nerviosismo
Pequeñas heridas sin explicación
"Me caí en un alambre de puas"- dijo ella, sin importar lo absurdo que pudiera sonar.
"No puedo darte la solución" dijo la madre, con lagrimas en los ojos "supongo que nadie la tiene, yo pasé por eso también"
Daño
lunes, 28 de septiembre de 2009
Por Noemí Posteado a las 6:08:00 p. m.
Etiquetas: nerdest
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7 comentarios:
NM dijo...
Ay neta, ame tu fraseeeee!!!!
Y sí, también he pasado por eso y no es nais....
28 de septiembre de 2009, 18:17
Borchácalas dijo...
No es algo que se supere. Creo que uno siempre vive con ello.
28 de septiembre de 2009, 18:37
Amatista dijo...
No deja de ser una de las tantas formas de auto-destrucción motivada por el profundo temor que tenemos todos los seres humanos a la Libertad.
¿Qué es ese 'algo' con lo que todos vivimos? ¿Somos lo suficientemente introspectivos como para identificar e intelectualizar aquello que no resiste en nuestro interior? ¿Podemos localizarlo a tiempo para canalizarlo de una manera menos nociva?
Marcas en el cuerpo. Relaciones interpersonales destructivas. Autocompadecimiento. Drogas varias... ¿Qué ocultamos y de qué nos escapamos?
Pienso que la introspección, ese mirarse de cerca, nos conduce a asumir responsabilidad sobre nosotros mismos.
A quien le interese, le sugiero la lectura del libro 'El Miedo a la Libertad' de Erich Fromm. Un libro que nos enseñará a no perder de vista la diferencia entre lo urgente, lo importante y lo meramente secundario.
¡Saludos a todos!
28 de septiembre de 2009, 19:29
Beckiee dijo...
Creo que ya dije todo lo que pensaba sobre el tema (:
Te amoo <3
28 de septiembre de 2009, 19:50
Suiit dijo...
"La adicción no se mide en el tiempo que llevas consumiendo o prácticando cierto comportamiento, se mide en la necesidad que tienes de hacerlo"
me gustho eso :3
Buena historiaa! Saludos Need :B
28 de septiembre de 2009, 20:03
Goma Rosa dijo...
creo que cada quien tiene cicatrices diferentes.. no importa que no se te vean en las muñecas, o en los muslos..
existen, solo que algunas son mas visibles que otras
29 de septiembre de 2009, 11:23
ge zeta dijo...
Entre adictos te veas!
Pues sí. así sucede con eso.
29 de septiembre de 2009, 16:03
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