Soy tan ñoño que no sé lo que es flirtear. Bueno, sí sé, pero nunca me funciona. Siempre he querido ser un poco más extrovertido y coqueto. Y poder ligarme a quien yo quiera en donde yo quiera. Pero soy un perdedor sin cartera, sin carita y sin verbo y pos así ni cómo hacerle.
Tampoco soy un virginal perdulario que se ha dedicado su vida a vestir santos y cantar canciones de las hermanas Ursulinas en el convento mientras hace rompope. No. Todo, creo, ha sido producto de muy buena suerte que he tenido en eso de las cuestiones ligatorias.
Increíblemente, o no tanto. Todas mis relaciones excepto dos, o tres han estado relacionadas con la virtualidad y ahí, ahí sí me muevo como pez en el agua. Tengo verbo, un blog, y dibujo ¿quién podría resistirse a esos encantos? ¿Nadie verdad?
Bueno, todas esas relaciones de las que platico se han ido desarrollando vía internet. Todo el protocolo referente a conocerse, decirse cosas cursis y la palabrería rara. Aclaro que no son relaciones que se dan por internet. Son relaciones que se dan de persona a persona, el internet sólo me ayuda en esa etapa en la que más es necesario hablar y decir cosas bonitas.
El interné pues, ha sido un medio que me ha ayudado mucho. Pues en ciertas ocasiones soy bien puto para decir las cosas de frente y sin rodeos, como acá. No sé si a muchos les suceda así, pero al menos para mí es más fácil decir las cosas con algo más que no sean palabras.
Varias veces he intentado, cuando veo a alguien que me gusta hablarle, pero luego me cuesta trabajo el paso más importante que es la decisión. Termino perdiendo la oportunidad o cagándola, arruinando el momento con los comentarios menos oportunos para cada ocasión -mi especialidad-.
Como la vez en que conocí a un tipo -en un antro gay - que me decía que NO le gustaban los antros gays. Supuse entonces, que estaba ahí por la misma razón que yo, de acompañante. Aproveché pues, para hablar pestes del antro gay más popular de la ciudad, mencionando cómo la gente que allí asiste parece escenografía por encontrártelas cada vez, y en el mismo lugar. Como si no tuvieran nada mejor que hacer. Me dijo que él bromeaba con respecto a lo de los antros. Que SÍ le gustaban y que ÉSE, el más popular era su favorito, y que entonces ÉL era escenografía de ése según yo, porque salía con sus amigos CADA fin de semana. No hace falta decir que mi intento de ligue no funcionó por muchas y obvias razones.
O como la vez en que invité a bailar a alguien y él parecía muy feliz. Yo estaba super encantado hasta que me dijo la verdad. Me usó, diciéndome que no dejara de bailar con él para darle celos a su novio que nos veía a lo lejos. Y cuando volteé a ver a su novio se me cayeron los calzones, porque el novio era de esos que miden como 2 metros y que van al gimnasio y que tiene cara de pocos amigos y que son de esos que cuando chiflan en la calle salen como 20 cabrones más.
Nonono. Ligar no es lo mío. Como dije, lo mío han sido golpes de suerte y estar en el momento adecuado con la persona adecuada, con todas las estrellas y los chacras alineados. Y bendecido, además por poderes divinos. Porque cuando intento ligar siempre la cago. O siempre SIEMPRE por alguna razón pasa algo que me hace pensar en que yo estoy hecho para dar consejos sobre cómo liagr pero no para hacerlo por mi propia cuenta. En teoría soy bien chingón y puedo ayudar a mis amigos, pero a la hora de la hora la práctica es otra cosa.
Tampoco soy un virginal perdulario que se ha dedicado su vida a vestir santos y cantar canciones de las hermanas Ursulinas en el convento mientras hace rompope. No. Todo, creo, ha sido producto de muy buena suerte que he tenido en eso de las cuestiones ligatorias.
Increíblemente, o no tanto. Todas mis relaciones excepto dos, o tres han estado relacionadas con la virtualidad y ahí, ahí sí me muevo como pez en el agua. Tengo verbo, un blog, y dibujo ¿quién podría resistirse a esos encantos? ¿Nadie verdad?
Bueno, todas esas relaciones de las que platico se han ido desarrollando vía internet. Todo el protocolo referente a conocerse, decirse cosas cursis y la palabrería rara. Aclaro que no son relaciones que se dan por internet. Son relaciones que se dan de persona a persona, el internet sólo me ayuda en esa etapa en la que más es necesario hablar y decir cosas bonitas.
El interné pues, ha sido un medio que me ha ayudado mucho. Pues en ciertas ocasiones soy bien puto para decir las cosas de frente y sin rodeos, como acá. No sé si a muchos les suceda así, pero al menos para mí es más fácil decir las cosas con algo más que no sean palabras.
Varias veces he intentado, cuando veo a alguien que me gusta hablarle, pero luego me cuesta trabajo el paso más importante que es la decisión. Termino perdiendo la oportunidad o cagándola, arruinando el momento con los comentarios menos oportunos para cada ocasión -mi especialidad-.
Como la vez en que conocí a un tipo -en un antro gay - que me decía que NO le gustaban los antros gays. Supuse entonces, que estaba ahí por la misma razón que yo, de acompañante. Aproveché pues, para hablar pestes del antro gay más popular de la ciudad, mencionando cómo la gente que allí asiste parece escenografía por encontrártelas cada vez, y en el mismo lugar. Como si no tuvieran nada mejor que hacer. Me dijo que él bromeaba con respecto a lo de los antros. Que SÍ le gustaban y que ÉSE, el más popular era su favorito, y que entonces ÉL era escenografía de ése según yo, porque salía con sus amigos CADA fin de semana. No hace falta decir que mi intento de ligue no funcionó por muchas y obvias razones.
O como la vez en que invité a bailar a alguien y él parecía muy feliz. Yo estaba super encantado hasta que me dijo la verdad. Me usó, diciéndome que no dejara de bailar con él para darle celos a su novio que nos veía a lo lejos. Y cuando volteé a ver a su novio se me cayeron los calzones, porque el novio era de esos que miden como 2 metros y que van al gimnasio y que tiene cara de pocos amigos y que son de esos que cuando chiflan en la calle salen como 20 cabrones más.
Nonono. Ligar no es lo mío. Como dije, lo mío han sido golpes de suerte y estar en el momento adecuado con la persona adecuada, con todas las estrellas y los chacras alineados. Y bendecido, además por poderes divinos. Porque cuando intento ligar siempre la cago. O siempre SIEMPRE por alguna razón pasa algo que me hace pensar en que yo estoy hecho para dar consejos sobre cómo liagr pero no para hacerlo por mi propia cuenta. En teoría soy bien chingón y puedo ayudar a mis amigos, pero a la hora de la hora la práctica es otra cosa.
6 comentarios:
janus dijo...
Gezeta:
No creo que no sepas ligar. En el primer caso del fulano que mintió, el que estuvo mal fue EL, no tu, amigo.
En el segundo caso, fue un abuso sobre tu persona. Considero que no es que seas malo ligando, simplemente que hay gente abusiva.
Abrazos
30 de septiembre de 2009, 0:39
Alejandro Rivera dijo...
A todos nos pasa, yo también estoy muy wey para ligar cuando va en serio, cuando no uy dame 5 min, ok no jajaja, pero si a todos nos pasa, el internet es nuestra pecera, nademos en ella jajaja
30 de septiembre de 2009, 0:50
La Lluviedad dijo...
sísísí.. me pasa, me pasa... la bronca conmigo es cuando también la empiezo a cagar por internet
T_T
30 de septiembre de 2009, 1:00
Abbita dijo...
Jejejeje!!! me dio risa eso de que, cuando chifla en la calle salen como 20 cabrones mas!
Y si, parece que eso de ligar no es lo tuyo xD
saludos!
30 de septiembre de 2009, 11:41
Anónimo dijo...
como que me sentí reflejado
1 de octubre de 2009, 11:06
Andantte dijo...
Es cosa de práctica, mientras más intentos más errores, pero a la ves más aciertos..
Es decir amplias el campo ..
tu eres matemático, me entiendes no?
Pero si, es bien cabrón quitarse el miedo..
yo también soy bien puto para eso..
1 de octubre de 2009, 11:12
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