Platón

viernes, 30 de octubre de 2009

Me la presentó mi jefa. "Ella se encargará de la filmación del proyecto" fue la descripción que me dio sobre ella.
No necesité más. No me interesó nada, más que su largo cabello pelirrojo y las pecas que su escote dejaba ver. Le saludé de mano y ella sonrió respondiendo el gesto. Entonces reparé en que sus pecas se extendían sin pudor hasta hasta su cara y que sus ojos color marrón hacían juego con ellas.
Volví a verla dos semanas después cuando salimos a una enlodadísima comunidad a entrevistar gente. Creo que es la única mujer que me ha parecido atractiva aún con pants, tennis y el cabello amarrado sin cuidado. Hablé con ella por primera vez. Siendo hija de un italiano habla tal idioma con excelencia, además de que habiendo estudiado producción de cine en el extranjero habla también inglés y francés; y japonés sólo por gusto. Le gusta fotografiar vacas y piensa que los testículos son la parte más bonita del cuerpo masculino por lo que supuse que también le gusta fotografiar testículos. Tiene dos hermanos y declara haber pasado su infancia trepando árboles y jugando con resorteras. Es alérgica a la lana y usó frenos de caballo durante la primaria. Nunca mastica chicle y jamás dice 'salud' cuando alguien estornuda.
Luego de ello ganó mi simpatía completamente.
La siguiente vez que la vi fue en una reunión con grandes ejecutivos lamebotas de la ciudad. No pude retirar mi vista de sus perfectas pantorillas y sus deliciosos tobillos sostenidos por un par de zapatos de tacón que la hacían resultar irresistible. Aunque procuré ser discreta con mi vouyerismo, ella me descubrió más de un par de veces contemplando su peculiar belleza. Ambas veces me sonrió, de manera que me resultó aún más difícil dejar de contemplarla.
A veces me es imposible no pensar en ella. Otras tantas he pensado que no hay hombre más afortunado que su novio. Muchas más he sonreído con sólo saber que la veré.
Podría perder la cabeza por ella sin problema. Si fuera poeta, compositora o alcohólica, seguramente algunos poemas, canciones o mezcales serían pronunciados o ingeridos en su honor.
Pero no es así: hoy la veré por última vez pues el proyecto para el que ambas trabajamos ha concluido. No obstante, ello es lo mejor que puede pasarle a un enamoramiento platónico: que sea lo suficientemente aleatorio, temporal e irrealista como para que no pierda sus fabulosas propiedades.
Querida Pía: he tomado la decisión de alejarme definitivamente de ti. Lo nuestro no puede ser.

5 comentarios:

Noemí dijo...

maldita pía afortunada!

yo tampoco digo salud cuando alguien estornuda


bueno sí, si lo hago



Unknown dijo...

awww que bonito o mas bvien bonita, hasta me dieron ganas de ser hetero de nuevo, bueno no tanto, pero si que linda la describes, mmm & mas que mal que lo suyo no pueda ser

saludoz chica & animo si los necesita & si no mandelos al caño o guardelos :D



Jaime Rivera dijo...

Me identifiqué contigo. Sobre todo me gusta que te obsesionas, pero no te azotas. Hay una delgada y finísima línea entre ambas cosas. Lo tuyo se disfruta. Lo otro es triste realmente.



«j·m·p...» dijo...

Awwww… que bonito y que chafa que no pueda ser, aunque tiene su encanto.
Un saludo y ojalá llegue alguien menos platónica y esta vez sí pueda ser =D



ge zeta dijo...

¡Qué hermoso post!

Lo platónico es tan lindo.