Con C de Copa

jueves, 8 de julio de 2010

Tú no tienes necesidad de saberlo, ni yo tengo mucho apuro en contarte.
No tienes por qué saber que si hago las compras en el súper ese de la esquina, es para tomar el carrito y seguir tu culito. Hasta dejarías de ir a ese súper en dónde recorres despacio los estantes y llevas tantos alimentos enlatados. Por las verduras casi ni te asomas... y las pocas visitas nocturnas me hacen pensar que esas zanahorias y esos pepinos, no son el primero para cocinarse al vapor, y el segundo para picarsele y encima echarle chile piquín, limón y sal... Pero ¡bah! si te mueres de cáncer, serás parte de los números modernos de mortandad adulta. Además posiblemente tus curvas se deban a la ingesta de comida enlatada y sopas instantáneas.
Si supieras que te sigo por la línea de pago, andarías toda asustada, con la inseguridad que hay ahora no te fuera yo a secuestrar... si lo único que quiero es ver tus carnes.
A veces me aburre verte con esa blusa roja, aunque debo decir que todo depende del brassier que uses. Y la verdad es que ya no estás en edad de traer las lolas al aire. Si supieras que cuando vas con tu perro y te lleva rápido, el pobrecillo se la pasa todo el día en la azotea (¡lo que quiere es corre, mujer por dios!), te brincan como si tuvieran vida propia, y mira, la verdad es que prefiero ver al cielo por si caen gotitas y sigo mi camino.
Lo que disfruto es verte andar en bicicleta. Con la cara empapada de sudor, el aliento agitado y los cachetes colorados. Veo como subes y bajas las piernas, al compás del giro de las ruedas éstas... cómo te soplas los cabellos que caen sobre tus ojos, impidiéndote la vista... Por momentos pienso que estás sobre mí, y que esa carita hinchada de cansancio, responde al placer que te estoy dando...
Veo que llevas una vida aburrida, el trabajo de 8 horas, el perro, la bicicleta es lo que le da movimiento a tus días... Bebes vino blanco y no te gustan las aceitunas, retiras los quesos y alargas la mano hacia las papitas... Casi no lees, y te he visto elegir las comedias románticas en el dvdrama...
Y es que yo no me fijo mucho en la gente, por lo regular camino mientras limpio mis lentes, o traigo los audífonos puestos, quizá si no hubieras estado parada en ese puente y el aire no hubiera levantado tu falda y hubiera visto que no traías calzones... Y ahora recuerdo que traías esa blusa roja, con el brassiere negro.