palabras, realidad

el lenguaje, según algunas personas, tiene la cualidad de que puede llegar a realizar, en cierta forma, las cosas.
en el acto de enunciar algo se encuentra la posibilidad de que ese algo se materialice o se vuelva realidad.

es como la vez que yo iba a salir en la escolta del kinder y me vistieron toda de blanco, inmaculada, y en el camino se me ocurrió adelantarme corriendo. cuenta la leyenda que entonces mi mamá advirtió "no te vayas a caer". obviamente, me caí. obviamente, en un charco.

supongo que a muchas personas le han pasado cosas parecidas, y ésa es una forma en la que supuestamente el lenguaje puede afectar la realidad.

también puede ser en el sentido de que a alguien, de preferencia en su infancia para que sea más vulnerable y maleable, se le dé alguna etiqueta, algún adjetivo que, una vez enunciado, determina el comportamiento y la personalidad de dicho alguien. por ejemplo, por ahí tengo un primo al que un chorro de tiempo le dimos carrilla diciéndole que era gay ...(la mega diversión a la que nos orillaba la inexistencia del playstation y la omnipresencia de tabúes y educación machista y blablabla). total que eso hacíamos y hasta hoy, no han llegado a mí noticias de que en efecto nuestro poder vocativo haya incidido en la orientación sexual del primo en cuestión, pero orgullosamente puedo decir que conseguimos, unos 12 o 15 años después, dejar la carrilla en automático. ahora, en la mayoría de los casos, el de la (auto)carrilla es él, y nosotros sólo somos espectadores.

pasa igual, pero en feo, con la gente a la que de niña le dijeron que estaba tonta y creció sabiéndose así, y por consiguiente ahora es una reverenda pendeja. claro, no sólo existe la estupidez creada sino también la que, igual que la gaydad, le es inherente a una que otra persona, pero quizá si esa gente nunca oyera las palabras mágicas "eres un(a) pendejo(a)", pasaría toda su vida ignorando su naturaleza y no podría ser quien es en toda su estúpida plenitud.

son ejemplos nada más.

(chiste:)
pasa también con el alcoholismo. cuando a alguien le llaman alcohólico, automáticamente se convierte en uno (o una): si dicha persona lo acepta, ya no hay lugar a dudas; si lo niega, es sólo por esa tendencia de los alcohólicos a negar su alcoholismo. es cuestión de decirlo.

hay muchas más formas, claro, en las que las palabras determinan la realidad (o nuestra percepción de ella, que finalmente es lo único que tenemos), por eso la gente (y eso me lo ha enseñado el buen hollywood) le da tanta importancia a decirle a su pareja que la ama. muy de sitcom, muy de dawson's creek, muy blablablabla.
por eso don't speak de no doubt. "don't tell me 'cause it hurts", como si el no enunciar las cosas, el desamor, lo hiciera menos real. y ya no doliera (es el otro lado de la moneda).
por eso las expresiones estas de "boca de probeta", que nunca he entendido (otro chiste).
por eso las plegarias (es el lado espiritual de la moneda).


hay varias formas, digo, y eso sólo lo planteo para explicar mi confusión.

hace unos años que estuve dando clases en una escuela me hicieron mi credencial toda elegante. así de plastiquito y toda la onda, con mi nombre, mi foto con mis rizos espectaculares y todo el pedo, pero con un error leve: decía "MAESTRO" en lugar de "MAESTRA". así, con mayúsculas.
lo dejé pasar. mi situación dentro de la escuela no era tan favorable (considerando que en las horas libres me ponía a saborearme a las alumnas -era universidad, eh?, pa que no salgan con que marrana depravada y sabe qué-) como para ponerme mis moños y salir con que "¿saben qué?, me gustaría que le pusieran 'MAESTRA' a mi credencial... y ya que la están modificando, por favor quítenme tantito bigote para que no haya confusiones... y a la papada bájenle unos centímetros... y los dientes emparéjenmelos... ¡sí, ya sé que no salgo sonriendo, pero que salgan mis dientes derechitos!" ò_ó
nonono. yo, bien machito, me aguanté y logré sobrevivir con tal etiqueta. maestro.

hace unos días me entregaron mi credencial de mi trabajo actual (ni modo que de uno anterior... pfff!!). mi puesto ahí es correctora de estilo y pues para no variar y blablablablabla, me di cuenta de que en lugar de "CORRECTORA", claro, dice "CORRECTOR".

sé que nuestro idioma es sexista pero come on!!!! ¿qué fucks les costaba hacer la distinción??
ahora, claro, siento el impulso irrefrenable de agarrarme platicando sobre futbol o box con los compañeros, ir con los chicos que trabajan en producción y platicar con ellos sobre el desfile de la nueva colección de lencería de victoria's secret, o de revistas para caballeros o yo qué sé, pegarles en el brazo con firmeza en señal de aprecio (o tolerancia). no sé qué cosas hagan los hombres entre ellos, la verdad, ésas, casi todas, son cosas que hago con una amiga =/

mis dudas al respecto son diversas... ¿si no fuera quien soy (que la verdad a veces sí llego a ser muy masculina, sobre todo al caminar), mis credenciales de todos modos estarían con puestos en masculino?, ¿no existe también la posibilidad de que mi realidad machorrita haya determinado las palabras en ese caso? (no creo).
¿por qué, si en los trabajos se refieren a mi puesto en masculino, así sin preguntar, la señora que en la universidad hizo el trámite de mi titulación puso género femenino y sexo femenino en mi solicitud también sin preguntar?, ¿en qué quedamos?, ¿o era que soy mujer y quiero sexo con una mujer?

bueno, ya fue suficiente... ando sospechando que cuando era niña alguien me pendejeó y bloqueé el episodio pero cada vez me realizo más en el ámbito de la estupidez. just a thought.

also, ando viendo cómo me convierto en modelo de lenchería fina. hasta ahora tengo un fan, pero seguramente (y aquí pongo en juego todo mi poder vocativo para que se haga realidad) para fin de año llegaré a mi meta de dos o tres fanes.