soledad es que se te caiga el jabón mientras te bañas como cuatro veces y no pase nada cuando te agachas a recogerlo.
soledad es comprar pizza sólo por rebanadas.
soledad es una desesperación constante porque no hay abrazos completos.
soledad es tener que acabarse una lata de atún completa o comérsela por episodios.
soledad poder dormir a gusto, sabiendo que nadie te va a despertar porque te necesita.
soledad, ganas de llorar.
soledad, tranquilidad.
soledad, sonrisa de satisfacción.
soledad, tiempo suficiente para matar fantasmas.
soledad, ¿ganas de matar fantasmas?
soledad para repartir culpas.
soledad para acaparar culpas.
soledad puede ser un día completo sin ninguna sonrisa.
soledad, eco.
soledad, multitud.
desde luego, soledad muerte, soledad vida; soledad miedo, soledad protección.
hay todas las soledades, el número de soledades posibles para cada persona es infinito. claro, hay rasgos comunes que comparten ciertas clases de soledades; la soledad a alguien que muere de hambre, por ejemplo, le provoca definir su propia soledad en función de pizzas y latas de atún.
para algún aficionado a la autoflagelación, su soledad es la más grande y más irremediable del mundo, aunque ésta en realidad se deshaga (horrible palabra) con simplemente salirse de su egocentrismo (de seguro chafa, si no es mío, es chafa) y busque a alguien que a lo mejor también piensa que está solo y al final resulta que sus soledades son sólo miopía de la figurada.
quien no le teme a su mugrero interior, busca la soledad como recurso obligado para hacer limpieza; limpieza ritual, porque uno constantemente se llena de mugrero. interior, exterior e intermedio.
lo que sí es seguro es que en algún momento de nuestra vida vamos a experimentar sufrimiento debido a la soledad, verdadera o imaginaria, y ese sufrimiento, aunque inevitable, puede ser más o menos soportable, dependiendo de la capacidad que tengamos de aguantarnos a nosotros mismos.
por eso a mí casi no me gusta la gente que no es capaz de estar sola. si tiene buenas piernas, buena sonrisa, sentido del humor o mucho dinero sí, pero no poder estar sola le quita muchos puntos.
desde luego, no hablo de soledad como sinónimo de soltería. se puede no tener pareja y no estar solo, y al contrario, tener pareja y estar muy solo. eso es elemental. pero la soledad que le corresponde a tener o no tener pareja es una soledad especial, tiene su dinámica particular.
a veces es imposible encontrar soledad. a veces hay por ahí alguna idea, la idea de alguien, que se cuela en cualquier momento libre que tengamos (que muchas veces son los que aprovecha la soledad para echársenos encima), y nos hace reír. o suspirar, cantar o bloggear ñoñerías.
aunque sea sólo eso, una idea, y la persona ni idea tenga de que existimos, o de que a veces se nos ocurre de repente y nos echa a perder la soledad.
porque, dicen, el cariño no está en la persona querida, sino en la persona que lo siente. y en ese sentido, la soledad de alguien que empieza a querer o que realmente ama, ya se jodió porque hay algo más grande que ella.
y ya no hay soledad, hay recuerdos de abrazos cálidos que sí hubo, o hay imaginaciones de abrazos que vienen o que (chingadamadre) no vienen nunca, pero hay eso; hay ganas de besos o de caricias con o sin sexo, y que ya no son anónimas, ya tienen un nombre, o se van haciendo de uno (lluvia, de preferencia).
entonces la ausencia de esa persona-idea no es soledad, es ansia, y como ansia es ligeramente insoportable, pero es ligeramente adictiva también, en tanto hay posibilidad de que deje de ser ausencia y de que los abrazos dejen de ser imaginarios o recuerdos.
mientras existe la posibilidad. cuando ya no hay, entonces sí hay soledad. y cómo duele, ¡y qué potencial representa para los aficionados a la autoflagelación!
…hasta que llega alguien más a interrumpir la soledad.
de soledades a soledades...
lunes, 1 de noviembre de 2010
Por La Lluviedad Posteado a las 3:33:00 a. m. 7 comentarios
Etiquetas: la lingüista que no ejerce, lluvia, pffffff, wtf
this is why i'm ugly
viernes, 22 de octubre de 2010
cuando se es vieja como yo, las charlas ontológicas están a la orden del día. por eso no me extrañé cuando un día mientras tejíamos chambritas, mi cuñada me dijo “somos un alma que tiene un cuerpo, y no un cuerpo que tiene un alma” (antes platicábamos de dawson, pacey y joey mientras nos pintábamos el pelo recreativamente y no por necesidad).
me di cuenta de que yo casi siempre (salvo cuando alguna muchacha me rechazaba por alguien físicamente más atractiv@ que yo, con el viejo consuelo de que lo de adentro es lo importante) he actuado como si la cosa fuera al revés, es decir, como si fuéramos un cuerpo que adentro trae tantita alma. pero cuerpo antes que todo.
a veces voy caminando en la calle, muy enojada o muy cansada (tengo dos trabajos, se me permite enojarme y cansarme todo lo que quiera), preocupada o triste (soy una solterona sin dinero y con deudas, se me permite sumirme en mis miserias hasta donde yo quiera), y de repente veo alguna muchacha caminando por ahí. alguna muchacha muy muy muy bonita (o sólo bonita). no puedo evitar sonreír del puro gusto de verla. y luego me río de lo gay que soy y ya se me baja un poco el coraje o el cansancio. o la tristeza. la preocupación no, pero mi estado de ánimo mejora aunque sea levemente. en ese grado es importante para mí el físico.
nada azotada que soy, me puse a pensar que soy una especie de asco de persona porque nunca me he puesto contenta al ver pasar un alma bonita. un alma bonita con falda de colegiala, un alma con pelo largo y ondulado, suavecito.
me puse a pensar en todas las veces que he visto cuerpos no muy agraciados, y automáticamente los he identificados como tales, sólo que en lugar de “no muy agraciados” los identifico, cuando menos, como de plano “feos”.
y quiero aclarar, para que no se preste a malas interpretaciones, que en este caso, cuando digo cuerpos, me refiero a todo el físico, y que desde luego también lo he pensado cuando me veo en el espejo, pero eso se soluciona cantando mentalmente beautiful de christina aguilera.
en la calle, me avergoncé de mí misma al descubrirme sintiendo auténtico horror y repulsión al ver a señor chichón que traía una camiseta de esas sin mangas que traía media bubi (con todo y pezón) salida por el hoyito por donde salen los brazos.
pensé que seguramente el alma del señor estaría en mejores condiciones y si, por casualidad también tenía ginecomastia, seguramente tendría la delicadeza de usar alguna camiseta que le ajustara mejor o algún corpiño para almas.
es difícil ignorar las apariencias. además un físico feo no garantiza un alma bonita. ni un físico bonito un alma bonita.
lo que sí, y eso lo acabo de constatar hace poco que conocí a una muchacha bonita cuya personalidad la hace ver todavía más bonita, es que un alma bonita sí garantiza un cuerpo bonito y un alma fea (eso también me consta) también se refleja en un cuerpo feo.
( de roald dahl)
Por La Lluviedad Posteado a las 4:17:00 p. m. 4 comentarios
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a quienes no sean yo, malditos, los envidio ¬¬
viernes, 10 de septiembre de 2010
Por La Lluviedad Posteado a las 6:05:00 a. m. 6 comentarios
Etiquetas: celebridades, la lingüista que no ejerce, lluvia, pffffff
no es cuestión de lenguaje, es cuestión de gaydad
viernes, 11 de junio de 2010
generalmente no tengo ningún problema con que la gente use la lengua como quiera.
Por La Lluviedad Posteado a las 9:48:00 a. m. 10 comentarios
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celos de alguien perfectamente normal
viernes, 4 de junio de 2010
siempre me he enorgullecido de ser una persona sumamente madura. una persona serena, racional, que resuelve los conflictos dialogando, prudentemente.
Por La Lluviedad Posteado a las 4:45:00 a. m. 6 comentarios
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who doesn't like lesbians?!
viernes, 14 de mayo de 2010
hace tiempo leí en facebook el comentario de un tipo que le dijo a otro que por hombres como él había tantas 'marimachas' en el mundo.
Por La Lluviedad Posteado a las 4:11:00 a. m. 14 comentarios
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¡¡mi princesa azul no me reconoció!!
viernes, 9 de abril de 2010
Por La Lluviedad Posteado a las 3:06:00 a. m. 6 comentarios
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tengo un nuevo sueño
viernes, 2 de abril de 2010
la vida debería ser como en la sección de sociales. no habría más que felicidad y bienestar auténticos.
Por La Lluviedad Posteado a las 1:44:00 a. m. 6 comentarios
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confieso que soy una babosa
viernes, 26 de febrero de 2010
antier les mencioné a unos amigos que hoy iba a postear sobre la saliva. pusieron cara de wtf!
debo aclarar que no dije saliva sino baba y que además no tengo una dicción tan superprofesional, pero de todas maneras, cuando entendieron que había dicho lo que dije se quedaron medio desconcertaditos. extrañados. luego una entendió qué de la saliva y enseguida sonrió. no sé de qué se acordó, no me dijo.
es que me encanta (la saliva).
fuera de una que otra experiencia en la que me he sentido pareja de beethoven (el san bernardo, no el músico) porque me han dejado toda babeada y bien feo, la saliva es uno de los fluidos a los que les he agarrado más cariño.
es que, digo, cuando estamos con alguien que nos encanta y queremos tocar cada centímetro de su piel con cada centímetro de la nuestra, empezamos así, con la piel.
y seguimos luego con la lengua, tocando a lo mejor ya no cada centímetro pero sí las partes más antojables, en las que su piel se ciñe particularmente bien a su cuerpo de adentro.
cuando nos volvemos pura oralidad y lamemos lo que queremos lamer, la saliva se vuelve como un eco de las caricias que estamos haciendo.
el contraste de la temperatura de la piel y la lengua tibias con la de la saliva fresca y el aire que gradualmente la enfría más, nos acerca lo más posible a la idea irrealizable de ocupar de lleno el cuerpo de esta persona que nos encanta. de estar en toda su piel al mismo tiempo.
la humedad de la saliva le da más sensibilidad a la piel; así el cuerpo reacciona también a las caricias que le hacemos con nuestra respiración, que ya tiene el mismo ritmo que la suya.
y reacciona también a las caricias de no tocar, esas que son nada más de pasarle una mano o la boca o cualquier parte del cuerpo cerquita de la piel.
reacciona a las intenciones, a las ideas, a las posibilidades.
la piel y la boca siguen tibias, el aire está más denso pero sigue enfriando lo que dejó la lengua, y entonces se genera un nuevo contraste: en la nuca de esta persona que nos encanta aparece un calor helado que se pasea hacia abajo, a la espalda y de ahí al estómago y de ahí al sexo.
y así seguimos, poco a poco, tomando su cuerpo ya no nada más por fuera sino también por dentro… y por dentro, hasta que nos damos cuenta de que siempre sí era posible ocuparlo todo, todo, al mismo tiempo.
eso sí, por un instante demasiado breve. y entonces queremos más…
digo… supongo.
Por La Lluviedad Posteado a las 4:09:00 a. m. 7 comentarios
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leap before you look - reflexiones de una cobarde inconsciente
viernes, 29 de enero de 2010
los temas de los últimos posts de este blog me han hecho pensar sobre la libertad. la gente esta que quiere controlar la vida de los demás va a hacer lo que sea para conseguirlo: manipularnos mediante el miedo, mediante la violencia, mediante trampas legislativas, mediante un montón de cosas que sí, en diferentes medidas limitan nuestras posibilidades de actuar, pero que no las determinan completamente.
Por La Lluviedad Posteado a las 2:28:00 a. m. 31 comentarios
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