Dra-ma-ra-ma

*Carraspea la garganta, mientras hace entrada que quisiera ser triunfal. Se frota las manecitas mientras piensa, ¡oh! el DRAMARAMA*

Sí señoras, señores, señoritas, niños, niñas, perros, perras, todos por igual.

El dramarama nos tiene agarrados por las chichis, por los ovarios, por los güevos y los intestinos, a algunos ya les tomó hasta por el culo...

Por qué ¡Oh, las ubres de la vaca!, por qué ¡oh las musas en pijama! por qué chingados tenemos que rasgarnos ¡oh! las vestiduras para todo.

Como si en la etiqueta del dramarama (en sus versiones mini, chiqui, personal, maxi y plus) viniera impreso la leyenda: para utilizarse en cualquier ocasión.

*Dicho sea de paso que si esto lo escribiera mientras me empujo unos alcoholes, posiblemente sonaría más rimbombante, pero no... ¡OH!*

Ahora estoy molesta por la privatización de una lectura pública, por el asalto a mano mojada en un camión foráneo, en el que uno que es pobre tiene que viajar hacia la civilización, y porque vivo en un rancho, sí: en un rancho...

Y porque como dice un conocido, antes todo tan House MD, ahora todo taaaan Grey's Anatomy...

Los dejo con un video ilustrativo de cómo hacerle cuando por cuestiones diplomáticas la gente se molesta por nuestra mala pronunciación de sus gruñidos, perdón, lenguaje...