El placer de salir del closet

Yo asomé la cabeza del closet para ver que había afuera por primera vez cuando estaba en el bachillerato. Como ya he dicho 67, 765 veces acá, yo me creía un buga y a pesar de andar saliendo con un amiguito en ese momento, yo me creía un bugasaliendoconunamiguito y ya, nada más, nada raro.

Ya después me metí de nuevo al armario y así seguí por un par de años más porque antes no era igual que ahora, como dije acá.

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Yo salí del closet a los 19 años. Fue algo rarísimo pues sucedió de un día a otro, el momento en que lo decidí, pero la historia se cocinaba desde toda mi vida y en especial desde acá:

Todo empezó cuando me gradué del bachillerato y tuve un año cuasi-sabático en el que me dedicaba a rascarme la panza, imaginar un chingo de pendejadas, y a ligar gente por internet, jijiji. De vez en cuando hacía citas a las que yo ni siquiera iba, nada más era por pura diversión.

Luego como me aburría mucho mejor me metí a trabajar. Entré a una tienda de autoservicio en donde anduve con un amorío (Pero según yo seguía siendo buga) y fue así como que la idea de ser gay me daba muchas vueltas y me intrigaba tanto que de repente pensaba que tal vez... A lo mejor, quién sabe, puede ser que yo sí era gay.

Al entrar a la universidad todo estaba bien normal. Veía a mis compañeros guapitos con ojos de lujuria, gustaba de leer relatos eróticos gay en la red y entonces me decía "Ñé, hay algo raro acá" Y fue ahí que de un momento a otro mi mente y posteriormente mi boca dijo algo que por 19 años siempre evitó, callaba de forma soez y bloqueaba por completo: soy gay.

Recuerdo que esa noche no pude dormir porque me decía: "se lo diré a mi mejor amiga", "no mejor no", "sí", "no, y ¿qué tal que no soy gay?", "¡no mames pinche gezeta! ¿cómo no? si te te nota lo marica", "bueno sí", "ok, se lo digo ya chingue su madre". Y sí, al otro día sin pensarlo tanto que se lo digo. Ella se sorprendió un poco de mi confesión pero se alegró, me abrazó y yo me sentí muy bien.

Esa primera vez que decides decírselo a alguien como que te libera, y más para un reprimido y ñoño como yo ¿A alguien le pasó algo así?

Bueno total que me encantó esa sensación y se lo empecé a decir a todos mis amigos y a uno que otro maestro con los que compaginaba muy bien. Me sentí el centro de atención por mucho tiempo y me emocionaba saber que mis amigos bugas no se alejaban como yo pensaba que pasaría. Es como lo que dijo en su post Borchácalas que muchas veces los prejuicios vienen más desde adentro que de fuera. Pero volviendo al tema, decirle a todos que era gay me producía un placer bien grandote. Esa liberación se siente muy gratificante. Como echarte un pedo que llevas horas aguantándote porque sonará/olerá mucho jajaja.

Entonces me ponía con mucho orgullo una pulsera de arco iris que me regalaron, compraba cosas de arco íris, veía películas gays, leía libros gays y de gays, me hice amigos de muchos del clan y hasta quise ir a una marcha, bueno eso último no. Luego me di cuenta de que me vale pito quién sepa o no sobre mis preferencias sexuales y con respecto a este post de Nerdest y a este mío de las etiquetas, prefiero darme a conocer por quién soy y no por lo que soy.

Ahora, ya salí del closet con mi familia (que luego contaré), que era una de las cosas que me tenía con más pendiente y ya no grito a los cuatro vientos que soy gay, pero si me lo preguntan ya no lo negaré, como antes que muchas veces lo hice.